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Los Jardines de Don Diego
El monumento al Excmo. Sr. Don Diego Arias de Miranda, sito en los jardines del mismo nombre de nuestra localidad,fue inaugurado en las fiestas patronales de 1930. Su proyección tuvo lugar un año antes. Con motivo de la muerte del patricio en 1929, el Ayuntamiento de Aranda de Duero decidió dedicar una estatua al que fuera alcalde de esta villa, diputado, senador vitalicio y ministro bajo el reinado de Alfonso XIII. Con objeto de ello, se abrió público concurso, al que presentaron sus proyectos varios artistas. El elegido fue el de Emiliano Barral (Sepúlveda, 1896), célebre escultor que en el acto de inauguración comentaba: "Mi convicción es que el monumento debe ser una obra de emoción contenida, en la cual, por medio de sugerencias, duerma el recuerdo del hecho que perdura". Y vaya si lo consiguió. La contemplación del monumento nos transmite una sensación de sobriedad, armonía y expresión dramática que engrandece la egregia figura de Don Diego, quien, en actitud de reposo y vestido de toga, permanece inmortal ante el paso del tiempo. Esta maravillosa estampa de los años cincuenta también nos permite apreciar, al fondo de la misma, el desaparecido edificio del Colegio Corazón de María. Presidía el edificio una magnífica escultura de tres metros del Sagrado Corazón de María, obra de Alejandro Mencía. El inolvidable pintor y escultor arandino se lamentaba hacía años de que no se hubiera conservado la mencionada imagen cuando los claretianos derribaron el inmueble para edificar viviendas. Como nota curiosa, cabe mencionar que los escolares, al salir de clase, acostumbraban a detenerse en los Jardines de D. Diego hasta bien entrada la hora de comer, para jugar al marro, al rey del monumento o al roba terreno.
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