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LA CLASICA PLAZA DE TOROS DE ARANDA
Ya ha asomado el mes de septiembre, y con él, se anuncia la llegada de las fiestas patronales de Aranda de Duero. Se aproxima así la fecha en que, desde los balcones del Ayuntamiento, se lanzará el célebre cañonazo que dará inicio a una semana de celebración en la capital de la Ribera del Duero. Aunque estamos contando los días que se acercan y ello nos mueve más a pensar en el futuro, no queremos dejar de traer a la memoria el recuerdo de las fiestas de la Aranda de antaño y el entusiasmo con que las vivían los arandinos. En este sentido, merece la pena fijarse en la fotografía que publicamos en portada en esta nueva edición de Cartelera Arandina, la cual fue tomada hace sesenta y cuatro años, durante la semana de fiestas de Aranda de Duero. La instantánea se realizó en las gradas de nuestra antigua plaza de toros, y en ella podemos ver a un grupo de arandinos y ribereños aficionados a la tauromaquia. Las corridas de toros eran uno de los espectáculos estrella de las fiestas patronales. Era frecuente que los aficionados sacaran un abono para presenciar las corridas que tenían lugar. En aquel entonces, nuestra plaza de toros, la que era del pueblo y no de una empresa, se llenaba hasta la bandera,
como bien puede observarse en la fotografía que nos ocupa. Entre los retratados, podemos contemplar, cubriéndose la cabeza con pañuelos y sombrero, a los hermanos Merino Martínez, figurando en la imagen, de izda. a dcha.: Rodolfo, Marisa, Esther con su marido Jean Pierre y Susana. Con la demolición de la antigua plaza no solo desapareció el espacio que albergaba todos estos recuerdos; también se fue con ella buena parte de la emoción y la alegría que Aranda sentía en su semana de fiestas.
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