Imagen Nº 672
Una familia gitana de Aranda. Año 1972.
UNA FAMILIA GITANA DE ARANDA.AÑO 1972
Los orígenes del pueblo gitano siguen siendo un misterio que aún está por resolver. Mas, este hecho no impide que podamos reconocer en él una identidad cultural propia, que no es sino fruto de una larga historia.
La cultura gitana está envuelta de leyendas, de magia, de picaresca, y, sobre todo, de nomadismo. Para los gitanos, lo importante no es donde se nace, sino su adhesión a sus costumbres, a su sistema de creencias y valores y a su particular forma de vida, a saber: su baile, su canto, sus taconeos y castañuelas, su deliciosa gastronomía, sus grandiosas fiestas, la devoción con que viven la religión cristiana y su pasión por lo esotérico.
Bien se sabe que los gitanos “trabajan para vivir, no viven para trabajar”, motivo por el cual no se atan a la acumulación de bienes, lo que garantiza la libertad que caracteriza a este pueblo. Pero este hecho no ha sido ningún impedimento para que los gitanos hayan desarrollado una especial habilidad para los negocios y el comercio.
La imagen que mostramos en este número fue tomada hace 40 años. En ella vemos a cinco miembros de una familia gitana de Aranda, trabajadores de la construcción, que se juntaron un día festivo para tomar un vino y, en esas, se dejaron retratar por la máquina de un fotógrafo.
Figuran, de izquierda a derecha: Ricardo Muñoz, Ricardo Clavería, Antonio Muñoz, Miguel Clavería y Ángel Muñoz.