Imagen Nº923
Un grupo de amigas en la Feria de junio. Año: 1948
LA FERIA DE JUNIO
Sabido es que las ferias locales y comarcales han desempeñado tradicionalmente un papel muy relevante
en la economía de los pueblos, al actuar como acicate para el desarrollo del intercambio comercial. En su libro Estampas arandinas, el escritor Sulidiza hacía la siguiente observación con respecto a la celebración de ferias en Aranda de Duero: “Durante muchos años veníamos contando con cuatro ferias anuales que se celebraban cada trimestre: la de San José, la de San Antonio, la de la Virgen de las Viñas y la de la Inmaculada. Cuatro ferias de gran importancia antes, aunque siempre se destacó la de diciembre por la
mayor afluencia de forasteros y por las muchas transacciones que en ella se realizaban. Las carreteras polvorientas entonces, no cesaban de traer a nuestra villa aquellos feriantes con sus recuas de ganado que traían para vender, ni a numerosos compradores de muchas leguas a la redonda que venían a la feria utilizando el único medio de locomoción que entonces existía: el carro o el tipo de ganado de que disponían”. La imagen que presentamos en portada fue tomada en 1948 durante la feria de junio. Como puede verse, en aquel entonces el mercado se instaló en los jardines de Don Diego, donde se vendían puertas, ventanas, sillas, trillos y toda suerte de herramientas para los labradores. Los vendedores procedían, en su mayor parte, de Huerta de Rey y Cantalejo.
Las cuatro jóvenes que figuran en la imagen, son, de izda. a dcha.: Pilar Pascual, Candelas Araúzo, Tori González y Concha Marchante. En segundo plano, simulando estar escondido tras una planta aparece Ricardo El
Barriles y detrás de él, con un traje gris, Alpiniano Martín Alpi. Después de dar un paseo por la feria, donde se retrataron para el recuerdo, los jóvenes acudieron a la plaza Mayor, a disfrutar del baile que allí se celebraba ese día.
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