Imagen Nº741
Publicado el 10 de Mayo 2014. Celebrando la Fiesta de San Isidro. Década de 1950.
Ya hemos dejado atrás la celebración de la Cruz de Mayo, un festejo que sigue siendo muy popular en Aranda, aunque ciertamente no tiene tanta fuerza como en otros tiempos, cuando el repiqueteo de los pitos y castañuelas de los chicos se dejaba oír por todas las calles durante las dos semanas anteriores a la salida de la famosa cruz.
Habiendo quedado atrás dicho festejo, se aproxima ahora otro también muy popular: el de San Isidro Labrador. Se trata de una de las fiestas más alegres, simpáticas y concurridas del año. Su celebración suele realizarse como sigue: por la mañana, los cofrades, devotos y simpatizantes se dirigen a la ermita del santo donde se oficia una misa, a cuyo término marchan en procesión por la campiña alrededor de la ermita. Al llegar la tarde es cuando la fiesta alcanza su mayor animación; las gentes preparan meriendas en la extensa y mullida pradera de ermita, que vista desde lejos ofrece un alegre y pintoresco panorama, y desde dentro, un ambiente sensacional.
Los más pequeños disfrutan de esta fiesta como nadie. Les encanta hacer sonar las campanillas de los bueyes del Santo y recorrer los típicos puestos de golosinas que se instalan en torno a la romería campestre. La imagen que publicamos en esta ocasión fue tomada en una de las celebraciones de San Isidro de los años cincuenta del pasado siglo. Figuran en ella, arriba, de izda. a dcha.: Jesús Portela, Miguel Velasco y El Litri. En la parte inferior: Pedro Morris, Valentín Cisnal, Teodoro Velasco, Benito Sanza, Félix Brogeras, José Illera, Andu Peñalba y Julián Illera. Montado en el macho aparece Luis Brogeras.
Habiendo quedado atrás dicho festejo, se aproxima ahora otro también muy popular: el de San Isidro Labrador. Se trata de una de las fiestas más alegres, simpáticas y concurridas del año. Su celebración suele realizarse como sigue: por la mañana, los cofrades, devotos y simpatizantes se dirigen a la ermita del santo donde se oficia una misa, a cuyo término marchan en procesión por la campiña alrededor de la ermita. Al llegar la tarde es cuando la fiesta alcanza su mayor animación; las gentes preparan meriendas en la extensa y mullida pradera de ermita, que vista desde lejos ofrece un alegre y pintoresco panorama, y desde dentro, un ambiente sensacional.
Los más pequeños disfrutan de esta fiesta como nadie. Les encanta hacer sonar las campanillas de los bueyes del Santo y recorrer los típicos puestos de golosinas que se instalan en torno a la romería campestre. La imagen que publicamos en esta ocasión fue tomada en una de las celebraciones de San Isidro de los años cincuenta del pasado siglo. Figuran en ella, arriba, de izda. a dcha.: Jesús Portela, Miguel Velasco y El Litri. En la parte inferior: Pedro Morris, Valentín Cisnal, Teodoro Velasco, Benito Sanza, Félix Brogeras, José Illera, Andu Peñalba y Julián Illera. Montado en el macho aparece Luis Brogeras.
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