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En las fiestas de Aranda. Años 50. Publicado el 20 de Septiembre 2014.
Corrían los años cincuenta del siglo anterior. Aquellos pintorescos tiempos en que la vida arandina estaba dominada por la presencia de figuras popularísimas como El Arroz, El Canario, El Guillermo y El Cheripe, El Alicate y El Cobertera, el tío Moro y El Compañerín, El Villaverde y La Mantecona, El Chaparro y el Zaborro… en fin, aquellos entrañables personajes que marcaron toda una época de nuestra villa. Algunos recordarán cómo, desde las primeras horas de la mañana, estando todavía en el lecho, se comenzaba a disfrutar de ese agradable ambiente arandino, escuchando el pregón que pronunciaban El Arroz o El Canario, los habituales bandeadores o pregoneros, que desde su lugar estratégico anunciaban la apertura de una nueva taberna o la llegada de un nuevo cargamento de pescado fresco.
Después de anunciarse el pregón del día, las vendedoras arandinas, cargadas con sus cunachos repletos de frutos de los huertos del extrarradio, llamaban a las casas con fuertes picaportazos para ofrecer sus productos vegetales. Fuera del hogar, las calles eran como un enorme escaparate, donde se exponían todos los pormenores del que hacer local.
Cuando las labores del estío se daban por concluidas y se presentaba el domingo posterior al día 8 del noveno mes del año, los arandinos hacían una parada para disfrutar de unos días radiantes: llegaban las fiestas en honor a su patrona, la Virgen de las Viñas, que se celebraban por todo lo alto. En la imagen que publicamos en portada, la cual fue tomada en la década de 1950, puede verse a un grupo de cinco amigos paseando por la calle Isilla durante la celebración de las Fiestas de Aranda. Figuran, de izda. a dcha.: Jesús Esteban, Manuel García (único aún vivo), Julián Portela, Victorino Calvo y Cecilio San Miguel.
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