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En la pradera de San Isidro. Año 1952.
Una de las costumbres tradicionales como también lo hacen en numerosas localidades de nuestra península, es la conmemoración del día de San Isidro. Por la mañana van desfilando cofrades, devotos y simpatizantes en torno a la ermita del santo para llevar a cabo la celebración de la misa, siempre acompañados por autoridades e invitados que al término de la misma marchan en procesión por los alrededores de la campiña. Al finalizar el acto religioso no falta la degustación del vinillo y las rosquillas. Y la ilusión de los más pequeños en zamarrear las esquilillas de los bueyes . Luego llega la tarde y es cuando la fiesta alcanza su plena animación con los típicos puestos, la música y sobre todo con esa ancestral usanza de merendar, acomodados en el césped, las sabrosas chuletillas asadas al sarmiento, como en esa pretérita foto en la que figuran entreo otros: Teodora Hernando (1), Pilar Robles (2), Lourditas Arandilla (3), Florencio Arandilla "El Corrales" (4), Lourdes Hernando (5), Dolores Hernando (6) y Florencio Arandilla (hijo) (7).
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