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Angel Cuñado Gayubo, El Copas, con su carro de refrescos y helados.
LOS ANTIGUOS VENDEDORES DE ARANDA
La instantánea que publicamos en esta nueva edición de Cartelera Arandina nos trae el recuerdo de los
antiguos vendedores de bebidas y aperitivos que, allá por los años cincuenta y sesenta del pasado siglo, acostumbraban a recorrer las calles de Aranda de Duero ofreciendo al público sus particulares y sabrosos manjares.
La mayoría de estos vendedores lo eran de productos comestibles. No serán pocos los lectores que recuer- den las patatas asadas o "chuletas de la huerta" que pregonaban los hermanos Seronis en su puesto de la calle Isilla, o las delicias que vendían en las plazas y rúas céntricas de nuestra villa vendedores de ambos sexos tan célebres y tan estupendos como El Manquillo, la señora Benita, Aurelio Miranda El Churrero, la tía Romera, los Gayubo Matamoros, los Bocanegra o Félix Galán.
En esta ocasión nos vamos a referir a Ángel Cuñado Gayubo, El Copas, a quien podemos ver en la fotografía de portada retratado junto con su inseparable carro de helados y refrescos de limón. El Copas nació en las eras de San Gil en 1933. Empezó a trabajar a la edad de doce años, vendiendo castañas en un puesto y cacahuetes y patatas por las cantinas. También fue pastor y zapatero, oficio este último que compaginaba con la venta ambulante de helados y refrescos en los puntos más concurridos de Aranda, como la plaza Mayor o la ermita de la Virgen, así como por los pueblos de la comarca. En los días de fiesta solía levantar una caseta de tiro al plato que hacía las delicias de pequeños y mayores. Posteriormente entraría a trabajar a la fábrica de la Azucarera, donde se retiraría después de 33 años de labor.
Gracias, Copas, por quitarnos la sed y refrescarnos las inolvidables tardes del verano arandino.
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