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Primitivo Bar La Perla. Año 1943. Publicado el 20 de Octubre 2014.
Los felices años veinte fueron en Aranda, como en el resto de poblaciones españolas, una época marcada por el ritmo del chotis y el pasodoble, el tango y la habanera, la mazurca y el pericón. En aquellos tiempos las vecinas y comadres acostumbraban a jugar a los bolos en plena calle o a echar una partida de cartas a las puertas de sus casas, sentadas en unas rústicas y pintorescas sillas, que colocaban alrededor de una baja mesita de madera. Eran muy populares los cafés denominados Arauzo, Ferias y Moratinos, donde los parroquianos pasaban las tardes del domingo charlando mientras disfrutaban de refrescos a base de grosella y zarzaparrilla, o tomando unos primitivos vermús con aceitunas rellenas, que era lo que a la sazón más se consumía. Empezaron a surgir entonces los modernos bares, que con el paso del tiempo acabarían por imponerse sobre los clásicos cafés y tabernas. En Aranda, el primer bar que abrió sus puertas fue el llamado Novelty, el cual se encontraba instalado en un pequeño local de la Plaza Mayor.
Otro de los bares pioneros en nuestra villa fue el bar La Perla, que en 1935 adquirió Daniel Sacristán a su propietario anterior, Nicolás del Acevo, cuyo establecimiento, antes que a éste, perteneció a la familia llamada Las Calzadas, que daba al mismo un uso polivalente.
En la curiosa imagen que publicamos en portada, tomada en 1943, puede verse al propietario del bar La Perla, Daniel Sacristán (junto a la cafetera), acompañado por Consuelo y Helios Sacristán, Domingo Martínez y Ángel Cervero.
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