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Manuel Arandilla Navajo. Año: 2016.
El pasado mes de noviembre, después de más de tres décadas al frente de la Biblioteca Municipal de Aranda de Duero, nuestro querido Manuel Arandilla se jubiló. Los asistentes al homenaje celebrado en honor a don Manuel con motivo de su jubilación pudieron comprobar el cariño y la gratitud que el pueblo de Aranda guarda a la persona que más ha contribuido al desarrollo de la cultura en nuestra población a lo largo de su historia reciente.
Manuel Arandilla nació en Aranda de Duero en enero de 1950. Estudió hasta el bachillerato en su villa natal, trasladándose después a Valladolid para estudiar Física y, más adelante, a Lovaina, donde se graduó en Sociología. Aquellos años de formación universitaria y descubrimientos por el extranjero forjaron al hombre de elevada cultura que, una vez de regreso en la ribera del Duero, jugaría un papel decisivo para la puesta en marcha de la empresa cultural más ambiciosa que haya conocido Aranda: la Biblioteca Municipal.
La apertura de la biblioteca se produjo en 1985, año en que Manuel Arandilla se inició como bibliotecario. Su sede primitiva se hallaba en el edificio de las Francesas y su colección procedía de la formidable biblioteca del salón de recreo de Burgos existente en el hoy desaparecido Teatro Principal.
Manuel Arandilla realizó un trabajo soberbio con la catalogación de los mencionados fondos; más aún, para ampliar la oferta de la biblioteca, que en aquellos primeros momentos se reducía esencialmente a obras antiguas, no dudó en llevar a ella, en bicicleta, los libros modernos de su biblioteca personal. Genio y figura.
Gracias al empeño de Manuel Arandilla, aquella hermosa biblioteca fue aumentando en volúmenes y nuestro bibliotecario acertó a exponer a las autoridades la necesidad de convertir la biblioteca en un centro cultural de verdadera relevancia. Algunos pensaron entonces en establecer la biblioteca en la Casa de las Bolas, pero don Manuel, con una admirable visión de futuro, apostó por un proyecto de nueva planta, que, no sin grandes dificultades y luchas, consiguió llevar a efecto. Como resultado de ello, los arandinos podemos disfrutar hoy de una biblioteca de primera categoría a nivel nacional, con un funcionamiento excelente y una colección que alcanza los 100.000 ejemplares.
Dentro de la extensa actividad cultural que Manuel Arandilla ha desempeñado a lo largo de estos años como bibliotecario, cabe mencionar la fundación de la publicación La Biblioteca. Aquella revista que allá por 1986 comenzara a editarse sin presupuesto alguno ha llegado a convertirse, gracias al empuje de don Manuel, en una prestigiosa referencia académica internacional en el campo de
la historia local. Nada hemos comentado aún de la faceta de Manuel Arandilla como poeta, pero su obra poética, inspirada en buena parte en Aranda y el Duero, ha sido publicada en diversas antologías de renombre, siendo sus versos de una belleza superior.
Al llegar el momento de su jubilación, Manuel Arandilla se retira como un bibliotecario ejemplar, con la satisfacción de haber cumplido su trabajo de forma impecable y dejando tras de sí una trayectoria que es modelo a seguir.
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