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LA CANTINA "EL SANTOS"
La Cantina “El Santos” de Aranda de Duero, sita en un local de finales del siglo XIX, fue establecida por Segundo López Crisol, alias Colorao, casado con Rosa Rozas Sancho, dama del estado noble arandino, a comienzos del novecientos. Este matrimonio regía en dicho local un negocio de botería y fonda, en el cual solían alojarse los visitantes procedentes de la comarca que acudían al mercado y las ferias que se celebraban en aquel entonces en la capital de la Ribera. En 1938, tras fallecer don Segundo, se hizo cargo del negocio su hijo, Santos López Rozas (1908-1988). El nuevo propietario transformó la botería en cantina y expendeduría de vinos, permaneciendo así hasta la década de 1960.
Durante esta etapa, la cantina “El Santos” llegó a convertirse en uno de los establecimientos más populares de Aranda. Ello se debía tanto a las cantarinas reuniones que se convocaban en ella como al conocido clarete que se servía, artesanalmente elaborado en el lagar de Puerta Nueva y en la bodega de Rozas, de la Costanilla. A finales de los años sesenta la cantina cambió de manos, aunque mantuvo el mismo nombre de “Santos”, llegando así hasta nuestros días como un recuerdo inolvidable y ciertamente no olvidado de aquella
Aranda del jarro y las bodegas, con su atmósfera aún rural, que tan bien es cantada en nuestro himno con la expresión “Aranda, prócer siempre victoriosa”. En la imagen podemos distinguir, en un rincón de la cantina, a Santos López Rozas, con su hijo Santitos, y a Walter Kroll, con su hijo Luisito.
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