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EL TEMPLETE DE LA PLAZA MAYOR. AÑO 1.976
Los templetes, también llamados kioscos de música, comenzaron a levantarse en el siglo XIX. En aquella época, las bandas de música militares, cuya actuación hasta entonces se había reducido a los desfiles y las batallas, pasaron a actuar en el espacio público, creándose así los templetes como escenarios callejeros idóneos, gracias a la visibilidad y las condiciones acústicas que ofrecían. Posteriormente, se crearían las bandas de música civiles, que heredaron el uso del uniforme como recuerdo de sus orígenes militares. En la plaza Mayor de Aranda de Duero, centro neurálgico de la capital de la Ribera, el templete constituye uno de sus elementos más característicos. A lo largo de los años ha tomado varias formas. Los primeros templetes eran de quita y pon: se construían con tablones de madera durante las fiestas patronales. Posteriormente se levantó uno en piedra, popularmente conocido como “El plato único”, por la singular forma que tenía. El templete actual fue levantado siendo alcalde José Eugenio Romera Pascual. Durante su mandato, iniciado en 1970, se remodeló el pavimento de la plaza Mayor y se construyó un nuevo templete. La dirección de obra corrió a cargo del técnico municipal Juan Abad Zapatero. Cabe
mencionar que el dibujo de la estructura metálica del templete se basó en las barandillas del puente mayor del Duero. La fotografía que vemos en portada fue tomada cuando dos soldadores-montadores, oficiales de primera, de la empresa metalúrgica arandina Talleres Ponciano, levantaban la citada estructura metálica del templete. Figuran en la imagen Agustín Barbadillo (izda.) y José-Miguel de la Roca.
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